Mary Beard fue una enardecida activista del feminismo en 1970, formó parte de la ruidosa manifestación que se apostó fuera del lugar
donde se celebraba el Miss Mundo en aquel año, reclamando el uso de la mujer como objeto.
Cuando nacía el feminismo crecía la intolerancia a eventos clásicos que exhiben a las mujeres como bellezas, el culto al cuerpo, el ofensivo catálogo como objeto sexual. Los concursos de belleza se convirtieron inmediatamente en el principal enemigo de ese grupo de féminas iracundas que exigían, más que igualdad, respeto.


Mary Beard fue una de esas furiosas mujeres de los 70. Hoy ella cuenta orgullosa sus 56 años de vida como activista fiel del feminismo, aunque aquel grupo que la acompañó en 1970 podría catalogarla como una blanda luego de leer su artículo en BBC. Un artículo en el que habla del Miss Mundo 2011.


Beard confiesa que la curiosidad le revivió este año por ver cómo se manejan hoy en día esos certámenes de belleza, y ya que el evento se desarrollaba en Londres se animó a buscar una señal para verlo. Sólo la pudo conseguir, la señal, en Internet. Las televisoras, según ella misma especula, ya no ven que este evento sea tan provechos, porque ya no se explotan menores de edad que sólo quieren desfilar en traje de baño para conseguir un buen hombre y formar una familia.


"Ahora estas chicas son mayores de edad y tienen educación y sueños de superación. Quieren ser abogados, arquitectos o curadoras de museo. Han leído desde Harry Potter hasta Shakespeare", dice Beard, que no defiende el concurso ni siente afinidad por el mismo, pero que reconoce una cierta evolución del trato al certamen, de cómo presentan a las candidatas, o -mejor dicho- de cómo las candidatas se presentan a sí mismas.


Por supuesto que no todas las feministas han alcanzado ese estado de tolerancia que Mary Beard consiguió a lo largo de su vida. Ella dice que se siente tan feminista hoy como a sus 26 años. Pero en Londres un grupo de mujeres, entre las que se contaban algunas activistas que compartieron consignas y carteles con Beard en 1970, se manifestaron, de nuevo, contra el Miss Mundo, ese que ganó Ivian Sarcos, Miss Venezuela.


Para Bear la televisión nos presenta constantemente eventos, imágenes, conceptos mucho más denigrantes que lo que es hoy el Miss Mundo. Ella nombra programación en la que se someten personas de cualquier edad al ridículo, a exponer su sexualidad, a ser visto como un objeto, para conseguir algo de fama y fortuna, por eso y porque ahora, que ya es mayor, se ha dado cuenta que uno tiene que vivir y dejar vivir, y que lo que las demás mujeres quieran, o no, hacer con sus cuerpos es totalmente concerniente a ellas y a nadie más. Por eso Mary Beard dice que "Miss Venezuela, ya no es el enemigo". 

Fuente: analitica.com